Se realizaron multitud de variedad de platos cada fin de semana, tanto asturianos como catalanes. Pero cuando llego mi turno y visto el resultado, ya empezaron a tomarme cariño para que fuese yo el preparador de los almuerzos. Los demás, traían los vinos, cavas y postres de confitería.
Uno de los variados platos asturianos que tuve que preparar, tirando de mis apuntes y consejos familiares, fueron las patatas rellenas y por cierto hubo repetición. Daba mucho trabajo guisarlas para tantos, pero luego disfrutabas verlos mojar hogazas de pan en la rica salsa.
Ingredientes para dos personas:
- 6 patatas fariñonas de un tamaño similar.
- 150 gramos de carne de ternera picada.
- 150 gramos de carne de cerdo picada.
- 1/2 lata de tomate triturado.
- 1 cebolla roja.
- 2 dientes de ajo
- Perejil.
- 1 cucharada de pan molido.
- 1 lata de pimientos del piquillo.
- 1/2 vaso de vino blanco bueno.
- Aceite de oliva virgen.
- Sal.
- Pimentón dulce de la Vera.
- 2 hojas de laurel.
La carne os recomiendo que compréis un trozo que os guste y le indicáis al carnicero que os la pique dos veces. Se sazona la carne con ajo y la dejáis en un plato mientras seguís preparando. Se coge una sartén adecuada, se pone a calentar y se echa el aceite, cuando está bien caliente se echa la carne y se rehoga hasta que quede bien dorada.
A continuación se le añade la cebolla bien picada, se fríe un poco y se le añade el pimentón, y rápidamente el tomate para que no se queme el pimentón. Se echa un pimiento picado y se revuelve todo. En el mortero se echa un diente de ajo, el perejil y una vez machacado todo, se le añade el vaso de vino blanco y se vierte sobre la carne. Se deja cocer lentamente hasta que esté tierna comprobándola de sal. Se le puede añadir un poco de agua si fuera necesario, pero no tiene que quedar con mucha salsa.
Una vez que la carne está hecha, se empiezan a preparar las patatas. Se pelan, se lavan escogiendo las de tamaño mediano y que sean casi iguales. Se ahuecan con el gadget destinado para tal fin, empezando por la parte superior del cual sacáis un botón que servirá para tapar la patata una vez rellena. Seguís vaciando hasta el fondo sin atravesar el otro extremo y los laterales. Con una cucharilla vais rellenando cada patata con la carne y tapándola con el botón. El resto del vaciado los dejamos para luego sazonándolo con ajo picado.
En una sartén con aceite caliente, vamos rehogando las patatas dejándolas doradas por todas partes. Una vez se van haciendo se colocan en una olla adecuada.
Terminada esta operación se fríen los trozos del vaciado de las patatas y se añaden a la olla. En la misma sartén con el aceite adecuado preparamos una salsa y para ello se pocha la media cebolla bien picada, el tomate y cuando este hecho se añade el pan molido. Se rehoga un poco y se agrega un diente de ajo machacado en el mortero con vino blanco. Se deja todo hervir y se vierte sobre las patatas, agregando agua hasta cubrirlas y el laurel. Se prueban de sal y se dejan cocer hasta que estén tiernas y no se deshagan.
Buen provecho.
Miguel Sánchez del Río González-Anleo
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