viernes, 3 de febrero de 2023

SOPA DE FARIGOLA MIGUEL

La sopa de farigola o tomillo tiene muchas versiones según en que comunidad te encuentres, yo conozco la catalana y he realizado unos cuantos cambios después de  muchas pruebas, pues a mí el pan me gusta comerlo tal como sale del horno.

El pan es para mi uno de los alimentos más preciados, es más, cuando paso y paro en un pueblo lo primero que pregunto es dónde está la panadería.

En este caso lo omito de la receta y le añado pasta: estrellitas, letras e incluso cabello de Ángel. La farigola es una planta silvestre muy abundante en todo el mediterráneo, y se recoge normalmente en primavera la cual se guarda en ramas y se cuelga para dejarla secar.

La Farigola (Tomillo) tiene muchas propiedades, y entre otras las principales son: antitusiva, expectorante, mucolítica, antibacteriana, antivírica, antinflamatoria y analgésica.

Cuando estoy en Tarragona no tengo problemas para encontrarla, pero aquí en Asturias la compro en "Pizca y Puñao" que me resulta muy agradable y económica.

Ingredientes:

  • Una olla mediana o cazo
  • Agua
  • Farigola (Tomillo)
  • Sal
  • Aceite de oliva extra virgen
  • Pasta a elegir (estrellitas, letras, fideos cabello de ángel)

Echamos el agua en la olla o cazo, la ponemos a hervir y le añadimos sal al gusto, dos cucharadas de farigola y la dejamos hervir unos cinco minutos. Cuando ya tenemos la infusión, colamos la farigola y le añadimos una cucharada de aceite. A continuación añadimos la pasta y la dejamos hervir lentamente por un tiempo de unos ocho minutos. 

Buen provecho


Miguel Sánchez del Río González-Anleo


viernes, 2 de septiembre de 2022

PASTA CON BONITO

Hay días en que te propones elaborar una receta y precisas ir a la tienda de proximidad para aprovisionarte de aquellos alimentos que has pensado que necesitas para cocinarla. En mi caso, casi siempre tengo en la nevera lo suficiente para meditar cual serán los más apropiados y escoger los más convenientes.

Desde luego tienes que tener presente, el recordar sus sabores, su olor, su gusto y cual sería la combinación de varias cosas. En el caso de hoy viernes, no había mucha variedad, pero si la suficiente para apreciar cual sería el resultado final que resultó un primer plato exquisito sin falta de utilizar excesivos condimentos.

La escribo ahora mismo, pues al cabo de unos días me olvido de algún detalle, lo cual no tendría el mismo resultado. Recordad que, todas las recetas que me vienen a la mente, primero las elaboro, después las pruebo, y según el resultado os las transmito. En este caso no he querido olvidar el bonito de la rula de Avilés, pues ya terminará pronto la campaña.

A continuación os voy a describir los ingredientes, que veréis que no son muy complicados y su cantidad puede servir para tres personas.

Ingredientes:

  • Una bolsa 250gm de Tortelloni con espinacas y requesón.
  • 100gm de bonito fresco picado.
  • 3 dientes de ajo.
  • 1/2 pimiento verde pequeño.
  • 1/2 cebolleta.
  • 1/2 ajo puerro.
  • 1/2 lata de tomate triturado.
  • Una pizca de pimentón agridulce.
  • 1/2 vaso de vino blanco. Rueda o Albariño.
  • Sal.
  • Orégano.
  • Aceite de oliva.
  • Agua.
Empezamos por elaborar lo que será la salsa principal. Para ello necesitamos una olla plana con tapa, en la cual echamos unas dos cucharadas de aceite y cuando esté caliente añadimos lo siguiente todo muy bien picado. Los ajos, el pimiento  verde, la cebolleta y el ajo puerro. Una vez todo bien pochado, añadimos la pizca de pimentón y seguidamente el tomate. Lo dejamos hervir a fuego lento unos dos minutos y añadimos el vino blanco. Una vez consumido el alcohol añadimos el bonito picado y lo dejamos cuatro minutos.

Para realizar la cocción de los Tortelloni, ponemos una olla mediana y le echamos agua por la mitad, añadimos sal, orégano y dos cucharadas de aceite. Lo dejamos hasta que se ponga en ebullición, y añadimos la pasta por un tiempo de tres minutos. La apartamos del fuego y con una espumadera los vamos echando en la olla de la salsa. A continuación, con un cucharón le añadimos dos veces del agua de cocción a la salsa, revolver,
y la dejamos a fuego lento por un tiempo aproximado de cuatro minutos. Dejar reposar, y ya se puede servir.

Buen provecho

Miguel Sánchez del Río González-Anleo


miércoles, 24 de noviembre de 2021

RAVIOLIS SAVIGLIANO

Receta de extraordinario sabor que me recuerda a Savigliano, pueblo italiano situado a unos 40 Km de Turín en el Piemonte. Allí me desplazaba por motivos de trabajo y conocí ésta receta que tiene muchas variedades en los raviolis, pero la salsa es la protagonista del suculento plato. Sus vetustas calles del centro de la ciudad, ya nos indican que todos los platos elaborados, con pasta, embutidos y verduras tienen añejos toques de artesanos implicados en estos menesteres.

Ingredientes:

  • 1 caja de 16 ravioles frescos rellenos de espinacas y requesón
  • Aceite de oliva virgen extra
  • 1 Diente de ajo
  • Sal
  • 1/4 de cebolla
  • 1 Trozo de butifarra blanca
  • 1/2 Cucharada de harina
  • Un trozo de queso camembert 
  • Orégano
  • Nuez Moscada
  • Tomillo
  • Pimienta negra
  • Un vaso de leche
  • 4 Cucharadas de vino Oporto
  • Queso rallado

Cocemos los raviolis en una olla, con agua, sal y un poco de aceite. Se dejan hervir unos tres minutos después de la primera ebullición. Se cuelan y se dejan reposar en el mismo recipiente. Se reservan para la salsa cuatro o cinco cucharadas del agua de cocer.

Para hacer la salsa necesitaremos una cazuela de barro de unos 22 cm a la cual añadimos el aceite cubriendo el fondo. Lo ponemos a fuego lento, y mientras se calienta, en un mortero machacamos el diente de ajo, un pizca de sal, 1/4 de cebolla, el trozo de butifarra sin tripa, la 1/2 cucharada de harina el queso camembert , el orégano, el tomillo, la nuez moscada, y la pimienta negra rallada. Una vez todo bien machacado echar medio vaso de leche y revolver todo muy bien. 

Echar toda la mezcla a la cazuela de barro y removiendo con una cuchara de madera ir añadiendo un poco más de leche y el vino oporto. Añadir el agua reservada de la cocción y el queso rallado. Dejar que se haga dos minutos e ir colocando los raviolis en la cazuela bien ordenados y dejarlos cocer a media temperatura unos cuatro minutos. A continuación, apartar del fuego y dejar enfriar un poco la superficie para echar después el queso rallado y poner a gratinar al horno.

Buen provecho
 


lunes, 22 de noviembre de 2021

TORTILLA DE PATATES

Me viene a la memoria ésta receta que, sin ninguna duda no podré olvidar jamás. Allá por el año 68, la mayoría de los jóvenes no teníamos las aficiones y nuevos hábitos que se practican hoy en día. Los botellones eran algo desconocido y nos reuníamos para disfrutar de una tarde de verano de una forma divertida y gastronómica. En Avilés, concretamente, entrado el atardecer era bastante probable que las pandillas de amigos en el ocaso del fin de semana nos juntásemos en un merendero bastante concurrido en aquella época llamado Las Cuevas de San José.

Su fácil acceso, diseño de las cuevas y sus viandas eran asequibles a nuestros bolsillos y chicos, chicas, parejas y también familias enteras terminaban la semana saboreando variedad de viandas de diferentes colores y gustos.

La sidra, recién escanciada, no paraba de viajar en su cristalino vaso a través de las manos en aquellas largas mesas de madera. Los platos puestos, servilletas y cestos llenos de pan de hogaza intuían lo que venía después. Desde unas hermosas sardinas a la brasa, pasando por las costillas y terminando con una hermosa tortilla hacían relamerse los labios y chuparse al que otro dedo de la mano. Durante la merienda se oían chistes, aventuras, proyectos y algún que otro guiño de ojo y melancólicas palabras a la que tenias a tú derecha o enfrente.

Para mí, lo más sabroso siempre era la tortilla, pues recién hecha y tan enorme para seis u ocho personas desaparecía en un santiamén. Fui un pesado, en cada visita y posiblemente aburrí aquella buena señora que nos servía para que me facilitase la receta. Un buen día me presentó a la cocinera y mi sorpresa es que me dejó asistir a su lado con todo tipo de explicaciones para elaborar aquel rico manjar. De la misma manera, yo os la voy a transmitir para que no se pierda en el olvido.

Ingredientes:

  • 4 Huevos de aldea
  • 1 Kg de patatas fariñonas
  • 1/2 Cebolla
  • Aceite de oliva virgen
  • Sal
  • 2 Sartenes

Se lavan las patatas y después las pelamos con con el pelador y las ponemos en un bol y las volvemos a lavar muy bien después de peladas. Comenzamos a cortarlas con un cuchillo bien afilado empezando por un extremo y formando una especie de pirámide fina. Seguimos rebajando por el contorno e intentamos que sean todas de un tamaño parecido. Una vez todas cortadas, las dejamos en el bol y les añadimos un poco de sal. Posteriormente picamos muy fina la cebolla y la dejamos aparte.

En otro bol, echamos los cuatro huevos y una pizca de sal, los batimos hasta ver bien la mezcla de la clara con la yema. Una vez batidos lo apartamos.

Ponemos la sartén grande en el fuego a mitad de potencia, añadimos el aceite y una vez caliente añadimos las patatas. Les vamos dando vuelta con una cuchara de madera y esperamos unos cuatro minutos. Pasado este tiempo añadimos la cebolla, revolvemos todo y esperamos que se cueza lentamente hasta que ya se note que están a punto. No dejemos que se peguen unas con otras y finalmente se pone el fuego a más temperatura para que se doren un poco por el exterior y blandas por dentro. 

Colamos todas la mezcla eliminando el máximo de aceite, y las vamos echando en el bol de los huevos. Lo revolvemos todo bien y lo dejamos todo junto unos dos minutos. Cogemos una sartén más pequeña que la anterior, le añadimos un poco de aceite de haber realizado la fritura y la ponemos a calentar a media temperatura. Es muy importante calentar primero la sartén y luego añadir el aceite.

Una vez caliente añadimos la mezcla de los huevos con las patatas y aplanamos con la espumadera. Vamos moviendo la sartén de vez en cuando para que no se pegue y con un tenedor vemos el momento de dar la vuelta a la tortilla. Para ello cogemos un plato llano superior en diámetro a la sartén, lo ponemos como una tapa pero con el interior hacia dentro y sujetándolo con una mano y la otra sujetando el mango de la sartén hacemos un giro rápido y posteriormente la volvemos a la sartén. Dejamos que se haga por esa cara modelando el contorno de la tortilla con un tenedor o la espumadera. Se puede realizar esta operación más de una vez si vemos que no se ha terminado de hacer. El resultado final, es ponerla en un plato llano con un color dorado exteriormente y un poco jugosa por su interior.

Buen provecho  







lunes, 18 de octubre de 2021

COQUINAS PIS-PAS

Hace unos cuantos años la costa mediterránea disfrutaba de la existencia de éste sabroso molusco bivalvo que hacía la delicia de los pescadores y turistas playeros cuyo entretenimiento mañanero trataba de recoger con un rastrillo este diminuto, pero exquisito molusco. 

El cambio climático, la mano del hombre esquilmando todo lo que le permitían y las repoblaciones de arena en las playas, hizo desaparecer este preciado marisco de las playas del Este, dejando a Huelva casi como único expendedor para toda España.

Existen infinidad de formas de cocinarlas, además de comerlas crudas. Pero tienen un simple inconveniente que al ser de playa, contienen arena, la cual hay que extraerla de alguna forma. En plan industrial no hay problema, pues a través filtros y múltiples lavados, prácticamente en el mercado te las venden limpias.

En casa tenemos la opción del truco de mantenerlas con agua y sal procurando cambiarles el agua una o dos veces.

La receta que os propongo es muy simple y rápida, y siempre suelo utilizarla como aperitivo.

Ingredientes:

  • 400 gramos de coquinas frescas
  • Sal
  • Aceite de oliva 
  • 1 diente de ajo
  • 3 ramas de perejil
  • 1/2 vaso de vino blanco, sidra o cava
  • 1/2 vaso de agua
  • Una cucharadita de harina
  • Pimienta negra
Poner las coquinas con la sal y el agua durante una hora antes de cocinarlas. Una vez pasado ese tiempo y hayan soltado toda la arena, lavarlas muy bien en un colador y el grifo del agua. Dejarlas escurrir y reservarlas.

En una sartén o cazuela de barro adecuada, echar las tres o cuatro cucharadas de aceite y freír los ajos cortados en lonchas, y el perejil muy picado. Cuando se vea que los están dorados, añadir la cucharadita de harina y revolver durante unos segundos. A continuación echar las coquinas. Revolver y añadir el vino blanco. Tapar y dejar que se cuezan y se abran todas, desechar las que se queden cerradas. Una vez consumido el alcohol, añadir un poco de agua, la pimienta negra rallada y dejar a fuego lento cinco minutos.

Buen provecho 






 

 


lunes, 20 de septiembre de 2021

FABES CON POTARROS

Me considero una persona afortunada, pues tengo una maravillosa prima llamada Laura que en cada cosecha me regala un kilo de fabes de la Granja originales de Pravia. 

Con ese principal ingrediente suelo experimentar diferentes recetas las cuales no dejan de ser maridajes con la principal que es la faba asturiana y cuya preparación siempre es la misma. Lo demás, lo agrego según las existencias y la temporada. Por supuesto, el resultado siempre ha sido positivo pues el producto base de la receta está asegurado. 

En éste caso, he elegido los potarros para realizar el guiso, y el resultado es excelente dado que, su sabor fuerte a mar del potarro, liga perfectamente con un producto de la tierra, parece que se hermanan entre ellos. 

Los potarros se pueden cocinar de varias formas: en guiso, con patatas, rellenos, en su tinta, etc.  y he escogido el potarro (Todarodes sagittatus) que no es ni más ni menos que una especie de calamar pero de sabor más intenso y menos delicado.

La preparación escogida para un día como hoy con lluvia y frío, no puede ser otra que hacer un apetitoso guiso donde poder mojar un poco de pan en la salsa sobrante.

Ingredientes para 4 personas:

  • 6 Potarros medianos.
  • 300 gramos de fabes de la granja
  • 1/2 cebolla roja
  • 2 dientes de ajo
  • Unas ramas de perejil
  • 1 Pimiento del piquillo
  • 1/2 Puerro
  • 1 Vaso de vino blanco
  • Aceite de oliva
  • Sal
  • Agua
  • 1 Tomate de pera
  • Una pizca de pimentón picante 
Para cocer las maravillosas fabes de Pravia, hay que ponerlas doce horas antes en agua. Posteriormente, tirar el agua y ponerlas en una olla, añadir agua sin cal cubriéndolas dos dedos. Añadir media cebolla sin picar, un diente de ajo pelado, unas ramas de perejil y un chorro de aceite. Poner al fuego durante unas dos horas y asustarlas con agua fría un par de veces para que mantengan su piel intacta.

Limpiar los potarros y cortarlos en trozos junto con la cabeza y los tentáculos. A continuación echar en una olla el aceite que cubra todo el fondo.
Picar muy fina: la cebolla, los dientes de ajo, el perejil, el pimiento, y el puerro. Echarlo todo en la olla y dejarlo que se poche lentamente. A continuación echáis los potarros y les dais unas vueltas con la cuchara de madera. Una vez que se ponen blancos, añadís el pimentón y a continuación el tomate rallado. Lo dejáis cocer unos dos minutos y añadís el vaso de vino blanco.

Cocer los potarros durante una media hora, apagáis  el fuego y lo dejáis media hora más de reposo sin calentar.

Cuando estén cocidas las fabes, quitáis la cebolla, el ajo y el perejil y añadís los potarros, meneáis la olla para lograr su mezcla sin revolver con ningún artefacto.

Rectificáis de sal y dejáis unos cinco minutos a fuego lento. Finalmente, mantenéis el fuego apagado y que reposen tranquilamente.     

Buen provecho

Miguel Sánchez del Río González-Anleo

viernes, 20 de agosto de 2021

DÍA INTERNACIONAL DEL QUESO

Hoy celebramos el día internacional del Queso. En Asturias tenemos que celebrarlo con mucho orgullo, pues tenemos 40 tipos y la mayoría con premios internacionales. A mis amigos catalanes les digo de coña lo siguiente: Está bien que al pan lo llaméis pa, al vino vi, pero al queso que se ve que ye quesu, lo llaméis formatge tiene narices. Bueno a los franceses les pasa lo mismo. En mi tierrina Asturiana siempre será quesu, porque se ve que ye queso. Ya sea de oveja, de cabra, de vaca o los tres juntos.

Buen provecho