viernes, 4 de noviembre de 2016

HUEVOS ESTILO JAÉN

Día triste y lluvioso en Las Pesas (Tarragona), pero en el interior de casa Barnadas emanaba alegría, compañerismo, amistad y ansiedad por probar los célebres “huevos estilo Jaén” que tanto proclamaba nuestro amigo Juan Reyes.
Los ingredientes fueron variopintos, pero el resultado final alcanzó una buena puntuación según los siete magníficos.

Ingredientes para seis personas:
  • 4 kg de patatas gallegas
  • 12 huevos de aldea
  • 1 litro de aceite virgen-extra Picual (Bailén)


Los cocineros, Juan y yo, pelamos, cortamos las patatas tipo panadera y las salamos, previa cura de un dedo de Juan que tuvo un pequeño incidente. A continuación las patatas fueron directas a la sartén. 

Un fallo en el fogón requirió mi intervención para que con un simple palillo pudiese desatascar el conducto del gas. Mientras, en el comedor Manel y Pepe intercambiaban palabras por la inquietud de Manel en poner una butifarra a la brasa. Al final la hizo, pero un poco ahumada junto con el pan por no disponer de la brasa adecuada.

Una vez fritas las patatas, y siguiendo el consejo de Juli, descartamos el aceite sobrante y fuimos estrellando los huevos de dos en dos, revolviéndolos con las patatas y traspasados a una fuente una vez hechos. 

La pinta era estupenda. Preparamos el pica-pica, y los asistentes pudieron comprobar (todos menos Manel que estaba un poco pensativo)  de como se hacen los chorizos asturianos al infierno, asistiendo al encendido del magnífico brandy que nos proporcionó José María. 

Todo estaba a punto, el vino excelente de Albariño, las butifarras, los chorizos al infierno, los huevos estilo Jaén y comenzamos con un brindis por la mejoría de nuestro entrañable amigo Antonio.

A partir de ahí, despertaron de pronto las ansias por probar cada uno de los manjares expuestos. Jordi y Ruart metieron caña a los chorizos y no se comieron la cazuela de milagro. Los demás, estábamos impacientes por la llegada de los huevos, y así fue tal esperado momento, cuya primera degustación acabo con una segunda y hasta una tercera repetición. 

El resultado final fue una exclamación por el éxito alcanzado en el maridaje de los huevos de pagés con las patatas gallegas y el aceite de Jaén. Finalmente el evento se acabó con dos hermosos roscones aportados por Manel de la dulcería Soler, un extraordinario café, cava y algunas copas que saboreaban Pepe y Ruart mientras se les escapaban entre trago y trago graciosos chistes y frases irónicas.

Buen provecho

Miguel Sánchez del Río González-Anleo

2 comentarios:

  1. Hola Miguel, eres un genio de la cocina, pero en tu comentario debo hacerte alguna precisión:
    - El chalet de Josep Mª está en Las Pesas, no en La Papiola.
    - El aceite, efectivamente, es picual pero no de Linares sino de Bailén (esto es para calmar a los bailenenses que no se cabreen, piensa en lo mal que lo pasaron los franceses el 19 de Julio de 1808).
    - Todo lo demás, perfecto. La receta y el resultado

    ResponderEliminar