domingo, 6 de noviembre de 2016

BIZCOCHO MATINAL

Hay miles de recetas de bizcochos que aparecen en libros, revistas y programas de televisión. Si partimos que una cosa es el bizcocho y otra el mantecado, nos centraremos solo en el bizcocho, y en eso las abuelas tienen mucho que decir. Es verdad que hace años no existía el yogurt, el cual sustituimos por las natas de la leche de vaca que al ser hervida producía ese ingrediente. No obstante, quiero daros esta receta para que podáis disfrutar de un buen desayuno o merienda sin muchas complicaciones. Lo que sí puedo aseguraros es que si seguís paso a paso sin cambiar nada de lo que aquí escribo, siempre saldrá igual y ya no tendréis que poner disculpas, si no sube, si se quema, si queda crudo, etc.

Ingredientes:
  •  1 yogurt natural
  •  4 huevos
  •  1 contenido del yogur de aceite de girasol
  •  2,5 contenido del yogur de azúcar
  •  4 contenido del yogur de harina
  •  1 sobre de royal
  •  Mantequilla para untar el molde
  •  Ralladura de limón, mandarina o anís

Antes de empezar poner a calentar el horno a 180ºC sólo por la parte de abajo. A continuación en un bol echar por este orden las yemas de los huevos y reservar la clara. En el mismo bol de las yemas echar las dos y media porciones de azúcar y remover con la cuchara de madera. En otro bol poner las yemas a punto de nieve con las varillas de la batidora. En el bol de las yemas echar la porción de aceite frío y remover. Posteriormente echar el yogur y las claras a punto de nieve y remover bien con la cuchara de madera. En un colador grande echar 2 porciones de harina, el sobre de royal y a continuación los otros dos de harina, e ir tamizando con la cuchara limpia encima del bol de las yemas. Remover todo con la cuchara y finalmente rallar el limón, la mandarina o el anís y remover.

Coger el molde y untarlo con la mantequilla. Yo aconsejo uno que tenga agujero en el centro. Echar en el molde la mezcla anterior y poner en el medio del horno a 180 grados unos 35 minutos. Procurar no abrir el horno hasta que no esté cocido. Cuando esté a punto sacar del horno, dejarlo enfriar un poco y desmoldar. Por último, colocar en una bandeja y echar azúcar glas por encima.

Buen provecho

sábado, 5 de noviembre de 2016

CHORIZOS AL INFIERNO


Allá por los años 80, en casa de mis padres en Salinas, se celebraba la costera del bonito con una suculenta parrillada de hermosas rajas de tan apreciado túnido que, unido a los variados entrantes que aportaban los vecinos éramos el atractivo de los que por aquella calle transitaban. 

Uno de los comensales llamado Ramón y natural de la Rioja que pasaba sus vacaciones en ese acogedor pueblo costero, aportó una cazuela de barro con unos apetecibles chorizos caseros naturales de su tierra. Tardé un minuto en poder sonsacarle la extraordinaria receta, y desde entonces la sigo divulgando pues merece la pena su sencillez, extraordinario sabor y rapidez de elaboración.

Ingredientes:
  • Una cazuela de barro de unos 20 cm
  • 3 ó 4 chorizos curados de buena calidad      
  • Una copa de buen Brandy

Para su sencilla elaboración, se cortan los chorizos en rodajas no muy finas y se colocan ordenadas en la cazuela de barro. Se les echa la copa de Brandy y se pone al fuego. Cuando el Brandy comience a soltar vapor y hervir, se prende fuego con una cerilla y comenzará a quemar el alcohol. Tener cuidado con la campana y apagarla si la tenéis encendida. Si es por la noche, yo siempre apago la luz para disfrutar de tal efecto. Una vez que se apaga el fuego, dejar cocer durante un minuto más. Ya están. Servir a la mesa directamente sin que se enfríen.

Buen Provecho

Miguel Sánchez del Río Gonzalez-Anleo





viernes, 4 de noviembre de 2016

HUEVOS ESTILO JAÉN

Día triste y lluvioso en Las Pesas (Tarragona), pero en el interior de casa Barnadas emanaba alegría, compañerismo, amistad y ansiedad por probar los célebres “huevos estilo Jaén” que tanto proclamaba nuestro amigo Juan Reyes.
Los ingredientes fueron variopintos, pero el resultado final alcanzó una buena puntuación según los siete magníficos.

Ingredientes para seis personas:
  • 4 kg de patatas gallegas
  • 12 huevos de aldea
  • 1 litro de aceite virgen-extra Picual (Bailén)


Los cocineros, Juan y yo, pelamos, cortamos las patatas tipo panadera y las salamos, previa cura de un dedo de Juan que tuvo un pequeño incidente. A continuación las patatas fueron directas a la sartén. 

Un fallo en el fogón requirió mi intervención para que con un simple palillo pudiese desatascar el conducto del gas. Mientras, en el comedor Manel y Pepe intercambiaban palabras por la inquietud de Manel en poner una butifarra a la brasa. Al final la hizo, pero un poco ahumada junto con el pan por no disponer de la brasa adecuada.

Una vez fritas las patatas, y siguiendo el consejo de Juli, descartamos el aceite sobrante y fuimos estrellando los huevos de dos en dos, revolviéndolos con las patatas y traspasados a una fuente una vez hechos. 

La pinta era estupenda. Preparamos el pica-pica, y los asistentes pudieron comprobar (todos menos Manel que estaba un poco pensativo)  de como se hacen los chorizos asturianos al infierno, asistiendo al encendido del magnífico brandy que nos proporcionó José María. 

Todo estaba a punto, el vino excelente de Albariño, las butifarras, los chorizos al infierno, los huevos estilo Jaén y comenzamos con un brindis por la mejoría de nuestro entrañable amigo Antonio.

A partir de ahí, despertaron de pronto las ansias por probar cada uno de los manjares expuestos. Jordi y Ruart metieron caña a los chorizos y no se comieron la cazuela de milagro. Los demás, estábamos impacientes por la llegada de los huevos, y así fue tal esperado momento, cuya primera degustación acabo con una segunda y hasta una tercera repetición. 

El resultado final fue una exclamación por el éxito alcanzado en el maridaje de los huevos de pagés con las patatas gallegas y el aceite de Jaén. Finalmente el evento se acabó con dos hermosos roscones aportados por Manel de la dulcería Soler, un extraordinario café, cava y algunas copas que saboreaban Pepe y Ruart mientras se les escapaban entre trago y trago graciosos chistes y frases irónicas.

Buen provecho

Miguel Sánchez del Río González-Anleo