jueves, 19 de mayo de 2016

CALAMARES RELLENOS

Estos deliciosos téutidos llamados en el Cantábrico Chipirones a los de tamaño pequeño, llegan al final de la primavera y están hasta bien entrado el otoño.

 Aunque actualmente son importados de varios países y congelados, lo que conlleva disfrutar de su apreciado sabor durante todo el año. Para todo aquel conocedor de las artes de la pesca, estos son robados a la mar simplemente con un aparejo denominado “potera”, que consiste en un trozo de plomo con forma de torpedo, el cual lleva adheridos en la parte inferior muchos alfileres en forma de anzuelos, y va forrada de hilo de múltiples colores con el objetivo de atraer al calamar. 

Esta potera se ata a un tipo de cuerda y se le hace llegar por su peso hasta el fondo, posteriormente se levanta aproximadamente una braza y el pescador comienza a realizar movimientos alternativos de subida y bajada con la mano manteniendo la cuerda tensa. En uno de esos movimientos es cuando queda enganchado el calamar.

Asombra al espectador, los cambios de tonalidad que adquiere este al ser sacado fuera de la mar motivado por sus cambios de pigmentación.

Bueno, una vez conocidas todas estas particularidades solo nos queda ir a pescarlos, comprarlos frescos o congelados, para esta receta muy particular aconsejo que sean de un tamaño entre unos doce o quince centímetros.

Ingredientes:
  • 1 kg de calamares (chipirones)
  • 2 Cebollas
  • 1 Puerro
  • 50 gr jamón picado
  • 2 salchichas Frankfurt rellenas de queso
  • 4 aceitunas
  • ¼ de una lata de tomate triturado
  • 1 huevo cocido
  • 1 diente de ajo
  • 1 rama de perejil
  • Harina de rebozar
  • Tinta de calamar
  • 1 vaso de vino blanco
 
Lo primero que tenemos que hacer es limpiarlos. Para ello le quitamos la pluma, sacamos la cabeza con los intestinos y aprovechando la tinta, desechamos el resto. Los lavamos bien sin quitarle la piel y los ponemos en un plato. Podemos aprovechar la tinta o comprarla congelada.

Picamos las cabezas (tentáculos), el jamón, las salchichas, las aceitunas y el huevo duro. Lo mezclamos todo y con una cucharilla de café rellenamos los calamares y les ponemos al final un palillo para que no se salga la mezcla. Los rebozamos en harina y se fríen. Posteriormente, en una olla, freímos el ajo, la cebolla, el perejil, el puerro todo picado muy fino, Una vez todo bien pochado, añadimos el tomate.

Lo dejamos dos minutos y echamos los calamares. Le damos unas vueltas y les añadimos las tintas y el vino blanco. Los dejamos cocer unos 20 minutos añadiendo un poco de agua si fuera necesario.

Buen provecho

Miguel Sánchez del Río González-Anleo


 
 
 
 
 

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