jueves, 30 de julio de 2015

NO TENGÁIS MIEDO

Es de todos sabido que la cocina entraña un riesgo que por supuesto debe ser conocido, no solo por el usuario, sino por todos lo que la rodean, y en especial por los pequeños de la casa.

Todo el mundo es capaz de dar un consejo, pero en estos días los consejos de nuestras madres, abuelas y demás familia son insuficientes. La tecnología avanza muy de prisa y la cocina no deja de ser un foco de accidentes para los cuales debemos estar preparados y ser capaces de aplicar unos medios preventivos.

Es imprescindible antes de emprender a manejar un electrodoméstico, utensilio o menaje, leer las instrucciones de uso y manejo y no pretender hacerse el entendido dado que podemos provocar accidentes irremediables.

Por supuesto que no tenemos que tener ningún miedo a la hora de cocinar un simple huevo frito, pero si tenemos que conocer las precauciones a tomar, sino acabaremos con los brazos llenos de marcas de quemaduras.

Tenemos que pensar en unas normas básicas de precaución a cumplir a rajatabla y por supuesto que agradecería a las competencias docentes que las incluyan en las horas extraescolares.

1. Estamos jugando con fuego, por lo tanto, el gas y la electricidad deben merecer nuestra atención y dedicarles unos minutos de nuestro tiempo antes y después de elaborar nuestros suculentos manjares.

2. Los útiles de corte deben estar lo suficientemente afilados, y utilizar cada uno para lo que esta concebido. El querer cortar un producto con un cuchillo inadecuado y mal afilado puede provocar un fatal accidente.

3. Cada pieza de la batería tiene su cometido y no debemos emplearlas en operaciones a las cuales no están destinadas.

4. La limpieza adecuada de los utensilios haciendo caso de las instrucciones del fabricante, puede ser no solo signo de larga duración, sino ademas un correcto mantenimiento y seguridad del equipo.

5. Las conexiones eléctricas fuera de normativas y sin un mantenimiento adecuado son armas mortales para los manipuladores de las mismas. Ante cualquier signo de deterioro, deberán ser reparadas por personal especializado. No deben utilizarse remedios caseros para salir del paso, repito os estáis jugando vuestra vida y la de los demás.

6. El agua, aceite o cualquier otro liquido caído sobre el suelo, puede provocar caídas fortuitas capaces de originar graves accidentes.

7. Debéis prestar especial atención al funcionamiento de ciertos equipos como pueden ser la olla a presión, cafetera y aquellos que por sus características contengan en su interior vapor de agua a presión. Una mala utilización puede provocar graves quemaduras y explosiones fortuitas.

8. Los trasvases de líquidos (caldos, purés, etc.) en estado de ebullición, pueden provocar graves quemaduras, para lo cual debéis protegeros con los medios adecuados, en especial en época estival.

9. No deberéis utilizar aquellos productos envasados cuya etiqueta no este lo suficiente legible y su aspecto presente síntomas de hinchamiento. Aseguraros de la fecha de caducidad, y si al realizar su apertura se observa escape de algún gas, desecharla.


10. No dejéis al alcance de los niños, elementos cortantes, utensilios con agua o aceite hirviendo, y sobre todo productos químicos sin etiquetar. Las latas abiertas de unos días son focos de hongos muy perjudiciales. Las legumbres secas y las especias, suelen con el tiempo contener ciertos bichitos muy desagradables a la hora de encontrárselos flotando en la sopa. 

Una vez comentado este decálogo de recomendaciones que he ido recopilando de la realización de mis recetas, no queda más que estudiarse bien la que habéis escogido de las que os mando, abastecerse de los ingredientes y ponerse manos a la obra. Todas las del recetario que os mando, han sido realizadas primero por mí para ver el resultado final. Por supuesto algunas las he rechazado y no os las mando.

Recomiendo al principio que se coloquen a la vista todos los ingredientes, dado que no se por qué siempre se olvida uno alguna cosa. Cuando te des cuenta del olvido no intentes remediarlo, es irreversible, salvo que sean condimentos como sal, azúcar, etc.

Saludos

Miguel Sánchez del Río González-Anleo

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